Una lección indispensable: La paciencia

Cuando se hace necesario dominar nuestras reacciones para tolerar, soportar o sobrellevar algunas personas o situaciones difíciles, problemáticas o molestas, es que uno requiere echar mano de la PACIENCIA.

La paciencia es pues una actitud que podemos desarrollar, pero también es una virtud o Don divino que nos lleva a manifestar una disposición especial que sin duda tendrá un efecto positivo en nosotros y en quienes nos rodean.

En una palabra, la paciencia. Continúa siendo una lección indispensable a través de la cual se modela el carácter para permanecer en control ante los momentos complicados que la vida nos presenta.

Hay personas que se impacientan con facilidad, mientras que otras no son principalmente impacientes pero hay matices de la paciencia que tristemente les falta desarrollar, y que se manifiestan cundo algunas interrupciones o perturbaciones les impiden realizar sus tareas con eficiencia, y es aquí cuando surge la pregunta ¿Cómo conseguir ser más paciente?

• La paciencia es una ruta directa a la paz, ya que se entrega lo que está fuera de nuestro control y si concebimos la paciencia como un Don divino, la oración puede ser un buen recurso, especialmente cuando se anticipa una situación difícil de tolerar.

• Es recomendable practicar respiraciones profundas que puede ayudar a mantener o recuperar el control, mientras se repiten algunas palabras o frases como "Yo puedo mantener la calma", "Estoy en control", "Se que yo puedo con esto", evite la queja, tómese su tiempo, persevere y dese la oportunidad de dominar la ira, la tristeza o el temor que puede llegar a sentir.

• Ante la previsión de una posible frustración, también podría visualizar una situación relajante o agradable como imaginar el éxito o beneficio que se puede obtener como un hecho consumado,  quizás algunos ejercicios relajantes como la Yoga pueden dar buenos resultados.

Ánimo, si usted se ha propuesto ser más paciente, con el solo hecho de desearlo  ya tiene buena parte del camino andado, todos hemos tenido que aprender de algunas malas pasadas, pero nada es permanente y todo puede cambiar, considere las interrupciones y perturbaciones como una oportunidad de crecimiento.